Siempre he querido ser mamá, lo tuve clarísimo desde que recuerdo. Además, quise ser enfermera, bombera, profesora, psicóloga... A medida que iba creciendo, mi vocación cambiaba, pero la de mamá (y la de psicóloga, a partir de cierta edad, también) se han mantenido estables en el tiempo.
Ahora que estoy cerca de licenciarme, tengo ganas de ejercer, claro, pero por otro lado me angustia pensar en tener que hacer horario de tarde (bastante común en los psicólogos clínicos) y no ver a mis hijas más que el fin de semana. Y también me apena enviarlas al cole con 3 años (y puede que a la guardería a la pequeña, o si tuviera algún otro), en lugar de tenerlas por casa hasta que empiece la educación obligatoria (otro día hablaré del homeschooling).
Muy a menudo pienso que me gustaría dedicar todas mis horas a mis hijas, a su educación, su instrucción, a jugar con ellas... Luego está la parte de mí que piensa que llevo prácticamente toda mi vida estudiando y que me gustaría aportar algo a la sociedad, y también la reticencia a ser "ama de casa", que en la sociedad actual está muy mal considerado. La verdad es que si fuera mi decisión no me importaría lo que pudiera pensar la gente, pero no se trata del "qué dirán", sino más bien de que no disfruto para nada con las tareas domésticas, ni siquiera llevo bien lo de cocinar la comida de cada día (las humildes tortillas, las verduritas y el pescado para las niñas... boring!), que suele hacerla mi marido, mientras que yo me dedico a probar recetas e inventar cosas (que lo hago constantemente, eso sí)... ¿Por qué iba a elegir hacer una actividad que no me motiva en absoluto, habiendo otras que sí lo hacen (y teniendo la suerte de poder elegir)? Ay, qué espesita estoy hoy, que me explico fatal...
En fin, que es lo que me pasa por la cabeza estando tan cerquita de licenciarme, lógico dado que ¡¡¡tengo que decidir mi siquiente propósito vital!!!
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